Una tarde cualquiera .

Era una tarde cualquiera , el sol iluminaba con gran intensidad el rostro de la anciana . sus arrugas reflejaban el dolor , sus ojos esperanza y su boca relataba su mas hermoso recuerdo a las gaviotas que estaban de paso .

Mas bien un día una gaviota bajo del cielo para descansar y así la historia de la viejecita empieza a contar .

Su nombre era Susana y vivía en un pueblo muy pequeño . Su padre era un hombre con mucho dinero por esa razón ella siempre estaba rodeada de sirvientes . La muchacha era muy hermosa y traviesa , le encantaba andar a caballo y en una de esas andanzas conoció a Manuel , un joven muy pobre que trabajaba para su padre .

Desde la primera vez que se vieron supieron que eran el uno para el otro pero por sus distintas clases sociales les era imposible dar riendas sueltas a su amor fue así como Manuel y Susana decidieron fugarse . Recorrieron varias ciudades pero cada vez que se establecían en algún sitio el padre de Susana los encontraba .

Fue así como tomaron la decisión mas difícil de sus vidas yendo a aquella playa para arrojarse al gran océano. Iban a saltar de un gran barranco para que la olas cubrieran sus cuerpos y el mar protegiera su amor , mas en ese mismo instante Susana se acobardo y Manuel al mar cayó.

Cada tarde la muchacha que ya no es muchacha recorre la playa arrojando pétalos de rosa al mar dirigiéndose al gran barranco a llorar . Aguardando con súbita calma la hora de su partida para encontrar a ese hombre que alguna vez tanto amo y que hoy extraña con todo su corazón .