jueves, 7 de octubre de 2010

Solo Un Maravilloso Recuerdo


Ha pasado tanto tiempo desde que no he tenido tus caricias de madre que tanto anhelo o solo tus voz que me da consuelo
aun recuerdo cuando era niña y antes de dormir me brindabas
el mas dulce de los poemas que he escuchado
lo recitabas con tanto amor que podía sentir como cada estrofa penetraba mi alma
luego me besabas en la frente con tanta ternura como nunca lo haz hecho
y con una dulce voz decías: 
- Buenas noches mi amor , descansa y sueña con dios .
Ese poema tan preciado lo tengo grabado en mi ser
y lo podría recitar mil veces sin equivocarme ,
por esa razón y en honor a esa mujer que velo 
mi sueño durante años ,
hoy quiero compartir  con ustedes
uno de mis mas añorados de recuerdos . 
  
  



                                                           A Margarita Debayle 



 Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:

Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.

Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».

Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!...
El Señor se va a enojar».

Y ella dice: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».

Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».

Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

* * *


Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento .


                            (  Rubén Darío )

3 comentarios:

Gabriel Cordears dijo...

Siempre, en donde quiera que estés, la voz de tu querida Madre te acompañará. No podrá el tiempo borrar tan bellos recuerdos.
Un beso

Selene dijo...

hola Gabriel
que alegria me das cada vez que leo tus comentarios ... sabes me gusta muchos tenerte aqui y mas aun el poder deleitarme con tus poemas =)

cuidate mucho .... un besote

Marina-Emer dijo...

preciosos versos...he venido para hacerme seguidora de tu blog y ya lo hice
besos
Marina